lunes, 19 de enero de 2009

Psoriasis.

La psoriasis es una enfermedad cutánea hereditaria eritematodescamativa muy frecuente, se caracteriza por lesiones bien definidas con escamas típicas blanco-nacaradas. La enfermedad afecta al 1-3% de la población general, existiendo una gran variación en la duración, severidad y morfología

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que recidiva con frecuencia, y es de etiología desconocida. Se caracteriza por episodios (brotes) recurrentes y frecuentes, de erupción en la piel de placas eritemato-descamativas con bordes bien definidos, es decir, zonas de la piel enrojecidas, con picor y escamas gruesas, secas y plateadas, de predominio sobre codos, rodillas, tronco, manos/uñas y cuero cabelludo.

No obstante, es una enfermedad que presenta una importante variabilidad clínica, y puede manifestarse como otras formas como se comentará más tarde.

La psoriasis afecta al 1-2% de la población, pudiendo aparecer de forma brusca o gradualmente, a cualquier edad, con un máximo de incidencia entre los 20-30 años. Aunque es una afección crónica, de por vida, se puede controlar mediante tratamiento, y desaparecer durante períodos extensos para luego reaparecer posteriormente en periodos variables. Normalmente, no afecta la salud general de manera adversa, a menos que existan formas severas.

La psoriasis afecta aproximadamente a 8 de cada 100 personas y puede aparecer a cualquier edad, aunque lo normal es que se manifieste entre los 15 y los 35 años. Sus brotes pueden ser bruscos o graduales. En ocasiones alcanza una gran extensión y afecta también a uñas, genitales y otras zonas del cuerpo, lo que puede llegar a tener una seria repercusión en la personalidad del afectado. No es una simple erupción cutánea, sino una enfermedad que puede llegar a ser dolorosa y debilitante y que afecta al desarrollo de las actividades cotidianas. Está provocada por el funcionamiento defectuoso del sistema inmunitario que provoca un exceso de producción de células cutáneas, las encargadas de reponer las capas de piel, en constatante renovación.

Este exceso llega a alcanzar un nivel de sustitución hasta siete veces superior al normal, dando lugar a las características placas de la enfermedad, que adoptan la forma de manchas rojas resaltadas cubiertas de descamaciones. Además, el exceso de producción de células también produce la infiltración de glóbulos blancos (células T) en la piel. Las lesiones suelen localizarse en el tronco, los codos, las rodillas, el cuero cabelludo y las ingles.



Fuente: www.todopsoriasis.com


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